Me mecía el pelo,
Tu aliento sereno.
Me acariciaba el rostro,
El susurro de tu voz.
Me calentaban las mejillas
Tus aleteos dorados.
Y cerré los ojos,
Ante tu majestuoso brillar.
Y hundí mis dedos
En el comienzo de tu vientre.
Y te sentí mía,
O tal vez yo era tuya.
¡Qué más da!
Y llegaron las voces
De esos que siempre callan.
Esos que en ti se arraigan,
Y jamás cambian de patria.
Y me hablaron de quién era yo.
De donde era mi espíritu.
De donde mi esencia.
Y vi como se mecían de contento.
Y jugaron al escondite conmigo.
Benévolamente
Me adornaban con sombras.
Frente a mí pasó el ser alado más delicado
Y sentí su aleteo
En la punta de la nariz.
Sé posó en mí ese ser tan diminuto
Yo que me creía tan grande
Y vi tanta grandeza en ella...
Ella vive en conjunción con su ser
El que le legó el sagrado orden.
Yo suelo andar tan perdida…
Entonces entendí, que yo soy parte de ti
Y tú, madre tierra, parte de mí.
Eso es lo que nunca debo olvidar.
Y me uní a ti madre naturaleza
Justo cuando lo supe entender.
Y volví a sentirme viva
Y volvía a sentir…que existía la vida.
Tu aliento sereno.
Me acariciaba el rostro,
El susurro de tu voz.
Me calentaban las mejillas
Tus aleteos dorados.
Y cerré los ojos,
Ante tu majestuoso brillar.
Y hundí mis dedos
En el comienzo de tu vientre.
Y te sentí mía,
O tal vez yo era tuya.
¡Qué más da!
Y llegaron las voces
De esos que siempre callan.
Esos que en ti se arraigan,
Y jamás cambian de patria.
Y me hablaron de quién era yo.
De donde era mi espíritu.
De donde mi esencia.
Y vi como se mecían de contento.
Y jugaron al escondite conmigo.
Benévolamente
Me adornaban con sombras.
Frente a mí pasó el ser alado más delicado
Y sentí su aleteo
En la punta de la nariz.
Sé posó en mí ese ser tan diminuto
Yo que me creía tan grande
Y vi tanta grandeza en ella...
Ella vive en conjunción con su ser
El que le legó el sagrado orden.
Yo suelo andar tan perdida…
Entonces entendí, que yo soy parte de ti
Y tú, madre tierra, parte de mí.
Eso es lo que nunca debo olvidar.
Y me uní a ti madre naturaleza
Justo cuando lo supe entender.
Y volví a sentirme viva
Y volvía a sentir…que existía la vida.
Carmen Padial.
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