jueves, 9 de abril de 2009

Conjugando cobardías.


La luz del día,
La serena noche
Son pretéritos imperfectos
Que de nada se cubren
Si no tienen el tinte de tus sentimientos.

Olvidar es el futuro conjugado con la cobardía
Que compuestamente
Puede no darse
Si el pasado, es pasado,
Y el presente, se compone de una verdad insultante.

Con fuerza, abato lo irregular
Como piedras que me encuentro
Y he de sortear.
Pero es el futuro el que vence
E infinitivamente debe anidar.

Y por más que se conjuguen tiempos
Es el corazón el que da concierto
Y no la mente.
Por mucho que se dedique a procesar,
El cuadriculado pensamiento,
Es una resaca que te mece los pies;
Es entrega que se hace sin saber,
Y es perder las riendas desteñidas de libertades,
De lo que siempre creíste que gobernaste.
Ese animal, que tras un sempiterno encierro
Por fin logró de tu control zafarse.

Todo queda tras esa estela
Del dudar, esperar y temeroso andar,
Aunque silbe el viento de mi playa,
En el último de los vagones
De este tren que no me pertenece y lleva,
Seguiré conjugándome en verbos
Que me son tan sumamente ajenos...

***
Carmen Padial.


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